Mision en Haiti
En Haití, 1 de cada 2 personas vive con menos de $2 al día.
En medio de crisis política y pobreza extrema, llevamos esperanza y sanidad.
Cada dólar lleva consuelo, vida, y ayuda a construir templos donde la esperanza se renueva.
Con tu ayuda, logramos:
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En Haití, expandir nuestra misión significa llevar el amor de Dios a aquellos que más lo necesitan. Con cada iglesia que construimos, ofrecemos un lugar donde la fe crece, y los corazones rotos son restaurados. Tu generosidad nos permite llevar el mensaje de esperanza a comunidades que atraviesan tiempos de desesperación.
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En Haití, el hambre es una realidad constante. Cada plato de comida que ofrecemos a través de nuestras misiones es una respuesta urgente a una necesidad profunda. Alimentamos a niños, familias y comunidades enteras mientras compartimos el amor de Cristo, demostrando que Dios está presente en medio de cada dificultad.
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En Haití, vestir con dignidad es restaurar la esperanza. Nuestro ministerio entrega ropa con respeto y alegría, recordando a cada persona que son vistos y valorados por Dios.
